Luz Gabás siente “mucho alivio por poder retomar actividades culturales después de la pandemia”. El año pasado se clausuró “absolutamente todo”, incluido el Ciclo de ‘Martes de Otoño’, organizado por la Fundación Caja Rural de Aragón, con la colaboración del Ayuntamiento de Huesca, unas conversaciones en torno a la creación literaria en las que José Luis Corral y Alejandro Corral hablaban con otros escritores y que tenían en su programación a la autora montisonense.
Momentos antes de esa conversación, confesó que estos encuentros “están siendo muy satisfactorios. La gente viene con ganas de escuchar, aprender, comentar cosas relacionadas con tus novelas, con tu trayectoria literaria”, y para un escritor es importante ese contacto con el público porque “estamos muchas horas encerrados, con y sin pandemia, y es necesario salir de la cueva y socializar, intercambiar opiniones y, de alguna manera, encontrar el sentido de nuestro trabajo”.
José Luis Corral presentó a esta montisonense, residente en Anciles, y cuya infancia la lleva a Cerler y Vilas del Turbón, “muchos rincones en el corazón”, que luego se reflejan en sus novelas.
La relación entre territorio y literatura, de dónde surgió Palmeras en la nieve (2012) y esa mezcla del mundo primigenio y la gente que se va a Guinea Ecuatorial, por qué en Regreso a tu piel (2014) fue capaz de irse al siglo XVI y al Pirineo y que la editorial Planeta estuviese encantada con una historia tan local o ese salto al siglo XIX en Como fuego en el hielo (2017), una novela muy fronteriza entre España y Francia y los valles pirenaicos y El latido de la tierra (2019) que es un homenaje, un canto al mundo rural, a la nostalgia y también a la necesidad de liberarse de ella para seguir adelante, fueron algunas de las cuestiones sobre las que José Luis Corral fue preguntando a Luz Gabás, que reconoció que las historias que cuenta “están vinculadas al territorio pero no necesariamente”. De hecho, se le ocurren muchísimas más que podría contar en otros lugares, lo que sucede es que “las que tenía en mente, esas que pensaba si algún día escribo lo haré sobre estos temas, han tenido relación con el territorio”. No hay más que pensar en ‘Palmeras en la nieve’, la brujería en ‘Regreso a tu piel’, el romanticismo puro con los viajeros extranjeros que se enamoraban del Pirineo en ‘Como fuego en el hielo’ o su relación con la tierra por haber nacido en un entorno rural en ‘El latido de la tierra’.
Esto no significa que Luz Gabás vaya a escribir siempre sobre el Pirineo, “pero de alguna manera va a estar en mis novelas, aunque sean pinceladas. Yo creo que cada historia que se me ocurre, aunque hable de la otra parte del mundo, tiene algo que ver con Benasque, Huesca o el Pirineo. Es un personaje más, ha conformado mi cosmovisión y, de alguna forma, mi tierra sale en mis novelas”.
Luz Gabás está inmersa en una nueva novela, de la que nadie, ni sus familiares, saben nada “ya que me pone muy nerviosa que empiecen a opinar. Quiero que me dejen trabajar tranquila”. Lo que sí adelantó es que “es una novela muy Luz. Hay historia, acción, amor, amistad, dilemas, política…, todo lo que me gusta”, afirmó la autora, que como ella misma dijo “escribo novelas decimonónicas, clásicas, que son las que me gusta leer y escribir”.
Ese próximo libro verá la luz “el año que viene. Está adelantado, pero hasta que lo ves en las librerías pasa tiempo. Es un trabajo lento, arduo. Hay que corregir, revisar, dejarla reposar, retomarla, distanciarte…”. Algunas de esas fases ya están superadas, ahora habrá que esperar solo unos meses para poder tener en las manos la nueva novela de Luz Gabás, con la que seguro vuelve a sorprender.
DESAYUNO LITERARIO
Previamente al ciclo Martes de Otoño, Luz Gabás participó a primera hora del martes en el Desayuno Literario organizado por la Fundación Basilio Paraíso en el Edificio Caja Rural de Aragón de Zaragoza. Una veintena de empresarios y empresarias del Club Líder participaron en esta nueva experiencia, que tal y como reconoció la escritora aragonesa “en todos estos años que llevo en el mundo de los libros y tras participar en muchas ferias, actividades y presentaciones, es la primera vez que participo en un desayuno literario. Una experiencia que jamás olvidaré por ser la primera vez”.