El escritor nicaragüense Sergio Ramírez, Premio Miguel de Cervantes 2018, presentó su última novela “Tongolele no sabía bailar” en el Edificio Caja Rural de Aragón de Zaragoza, en un acto organizado por Librería Cálamo. Durante casi una hora y ante algo más de un centenar de personas conversó sobre su libro y la situación política actual que vive Nicaragua.
El acto organizado por Librería Cálamo, fue presentado por Paco Goyanes, propietario de esta afamada librería zaragozana. La conversación con el escritor centroamericano la dirigió Ana Segura, directora de “La torre de babel” de Aragón Radio.
Horas antes el primer Premio Cervantes centroamericano, visitó las Cortes de Aragón para hablar sobre la libertad de expresión en un desayuno informativo. En él mostró su discrepancia política con el régimen de Daniel Ortega, del cual fue vicepresidente durante el primer mandato.
Sobre el actual momento y la gran cantidad de información existente opinó que “las redes sociales y los medios digitales son formas de expresión democrática muy importantes. Pero, al mismo tiempo, entrañan dos grandes riesgos: la superficialidad y la mentira. Ojalá las redes sociales sirvieran para ahondar en la profundidad de la información y en el examen crítico de todo lo que se llega a saber. Hay que buscar como enterrar la falsedad y el odio que se transmite a través de ellas”.
Sobre la deriva que ha tomado su país expresó que “es una desgracia para un proyecto tan ambicioso y utópico como fue la revolución. Ha derivado en un gobierno autoritario como cualquier otro en nuestra historia, más allá de los colores ideológicos que pueda tener. Algo que fue muy hermoso se ha vuelto esperpéntico“.
El Premio Cervantes de literatura mostró su sorpresa y emoción durante la visita que realizó a la joya modernista de Zaragoza, el Edificio Caja Rural de Aragón. Admiró los artesonados del siglo XVI, las pinturas de Ángel Díaz Domínguez de principios del siglo XX o la decoración modernista de varios rincones de nuestra sede corporativa. “Ya me habían advertido de su belleza. Evidentemente se quedaron cortos. Es una de las construcciones más bellas y desconocidas que he visitado en España” finalizó Sergio Ramírez.