​​La animación sociocultural puede ser una poderosa herramienta para contribuir al dinamismo y el desarrollo de las zonas rurales. Y en definitiva, combatir la despoblación que sufren los pueblos de Aragón. Así se puso este pasado sábado de relieve en Épila (Zaragoza), donde se celebró el Primer Encuentro de Animación Sociocultural y Desarrollo Rural, organizado por la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía (AAP) y con la colaboración de Fundación Caja Rural de Aragón.

La jornada contó con la participación de más de 60 personas y sirvió para ensalzar la aplicación de estas técnicas de trabajo en favor del desarrollo rural integral, local y comunitario. El foro, que tuvo lugar en la sala multiusos del municipio zaragozano, surge a raíz del curso de animación sociocultural en el medio rural que, homologado por el Gobierno de Aragón, ha impartido dicha asociación durante los dos últimos años.

«Vemos con satisfacción que es una herramienta metodológica muy importante que contribuye al dinamismo y desarrollo rural por sus características propias. Promueve y suscita en la población iniciativas para la mejora personal y colectiva», explicó Rafael Sánchez, coordinador de la comisión de Educación y Desarrollo Rural de la AAP. El objetivo del encuentro era poner en valor «todo lo que se está haciendo» en esta materia.

La inauguración, que comenzó a las 9.30 de la mañana, corrió a cargo de Juan Antonio Planas, presidente AAP; Jesús Bazán, alcalde de Épila; Ana Carvajal, compañera de Caja Rural de Aragón en Épila y el propio Rafael Sánchez. Este último impartió además una conferencia sobre el discurso, el método y las políticas de la animación sociocultural aplicada al desarrollo local y comunitario.

Escuelas agrarias y programas con jóvenes

Seguidamente, se llevó a cabo una sesión en la que expusieron tres experiencias de éxito. La primera fue sobre jóvenes dinamizadores rurales de Aragón, que presentó María Navarro Uriel, técnica de Juventud de la Comarca del Jiloca. La segunda la dio a conocer Santiago Ruiz de Temiño, secretario general de las Escuelas Familiares Agrarias de Aragón, que promueven el emprendimiento rural, la creación de empleo y fijan población en los municipios. Y la tercera fue expuesta por Óscar Saura Bardaji, psicólogo de la Asociación de Familias contra las Drogas y colaborador del programa en Ribagorza.

Ya en la sesión de tarde se presentaron otras experiencias ejemplares como la de la asociación Sentir Rural de Tarazona, que dieron a conocer Lydia Bermejo García, gestora y coordinadora de la misma, y Ángel Escorihuela, colaborador. También intervino el presidente de la Fundación Amics de Nonaspe, José María Ráfales, y se presentaron las acciones que se están llevando sobre juventud en varias comarcas. En este último caso intervinieron Gema Martin Igado, directora técnica del centro de Servicios Sociales del Bajo Martín; y Rubén Sanz, técnico de Juventud del Comarca Campo de Daroca, y Felipe Gonzalo, agente de Desarrollo Local del Ayuntamiento de Daroca.

La jornada fue clausurada a las 19.30 horas con una exposición de las conclusiones alcanzadas y las entrega de menciones a todos los participantes. El encuentro ha nacido con vocación de continuidad. De hecho, ya que se ha acordado que las próximos dos ediciones se celebren en las localidades de Barbastro (Somontano) y Utrillas (Cuencas Mineras). «Se trata de que haya un punto de encuentro y sinergias para unir esfuerzos», explicó Rafael Sánchez.​